Alojamientos en Albarracín, una ciudad mágica

Un halo de bella fantasía envuelve las calles de la pequeña localidad turolense de Albarracín. Embebidos por el pasado pasearemos pos sus angostas vías disfrutando de un maravilloso salto secular. Cada esquina, plaza y recoveco de este lugar destila una suerte de magia que todos deberíamos atrapar alguna vez. Cuando lo hagamos, elijamos bien entre los muchos alojamientos en Albarracín.
Pero no sólo la ciudad es atrayente, en derredor de ella se extiende la sierra de Albarracín. Cuando nos aburramos de pasear por el pueblo (si es que esto sucede) nos esperan un gran número de prados, arboles, rocas, pinturas rupestres. Pasaremos de las piedras y los edificios urbanos a un maravilloso verde, rojo, gris. La variedad cromática del campo albarracinense es espectacular.
Alojamientos en Albarracín
No nos gustaría, tampoco es algo que nos competa, destacar algunos alojamientos en Albarracín por delante de otros. Dejamos a los expertos, a los probadores turísticos, que son los profesionales del sector (qué gran trabajo), que cumplan con su obligación y valoren las características de estos lugares.
Las opciones para dormir en este maravilloso pueblo turolense son múltiples. Hoteles, hostales, casas rurales, posadas, campings. En general, al igual que el pueblo en su conjunto, son espacios en los que nos encontraremos como en casa. Acogedores, limpios y, muy importante, para todos los bolsillos.
Son tantas las posibilidades de alojamientos en Albarracín que será difícil que alguien no encuentre lo que busca. Hay hoteles elegantes, familiares, pequeños, grandes. Casas rurales de distinto tamaño y calidad . Posadas donde vivir como un nativo. Y, por supuesto, campings para los que estén a gusto intrínsecamente unidos a la naturaleza en plena esencia.
Si hablamos de precios la horquilla también es realmente amplia. Serán pocos los bolsillos que no encuentren alojamientos en Albarracín acordes a su poder.
Las habitaciones, en muchos casos, estarán decoradas de manera original. Distinta. Ambientadas en el pasado, quizá. Ya en la Edad del Hierro había moradores en Albarracín. Su historia está viva. Su belleza, también. El pueblo es Monumento Nacional desde 1961 y puede que en poco tiempo sea nombrado patrimonio de la humanidad por la Unesco. Además, forma parte de la lista de los pueblos más bonitos de España.