Cómo capear una tormenta en el camino

Os hablábamos el otro día de cómo actuar si nos encontramos nieve en plena ruta de senderismo. Muchos de los consejos que os dimos para esa situación se repetirán en el artículo de hoy. Porque, por regla general, los mejores consejos para evitar percances en la montaña tienen que ver con la previsión. Una tormenta en el camino se puede capear, pero mejor si sabemos que va a llegar.
Es decir, algo absolutamente imprescindible que hay que hacer cuando vayamos a hacer una ruta de senderismo es mirar el parte meteorológico. Si en este no cabe ninguna duda de que va a llover (en generosas cantidades) deberíamos, directamente, no hacer la ruta o, en algún caso, cambiarla. Apostar por otra más corta o en un lugar mejor.
Si, aun sabiendo que es probable que llueva, decidimos hacer una ruta de senderismo, tendremos que ir muy preparados. Por tanto, en primer lugar hay que llevar ropa que transpire y no nos cale. Además, en nuestra mochila no pueden faltar un buen chubasquero y todo tipo de accesorios para el frío como gorro, guantes, braga, etc.
El calzado es vital si va a llover. Imprescindible tener unas botas que no calen. De no ser así, el resfriado (en el mejor de los casos) lo tendremos asegurado. Pero no solo para evitar enfermedades es bueno que tengamos a buen recaudo nuestros pies; también porque con buenas botas se anda, se pisa el barro y se sortean las piedras mucho más fácilmente.
¿Cómo actuar ante una tormenta en el camino?
Pueden darse muchas situaciones: si, por ejemplo, es de día y quedan suficientes horas para que anochezca, perfectamente podemos tratar de ponernos a resguardo en algún refugio o detrás de una roca y esperar a que escampe. Una vez que lo haga, decidiremos (teniendo en cuenta la hora y el aspecto del cielo) si seguir adelante o darnos la vuelta.
Si hay tormenta eléctrica extremaremos las precauciones. Nunca hay que ponerse bajo un árbol, en ningún caso cerca de una torre de luz o una vaya electrificada y también debemos evitar correr. Por supuesto es una locura taparnos con el paraguas. En la montaña siempre es mejor quedarse en la ladera y no en la cima o en el valle.
No tiene por qué ocurrirnos nada. Todos hemos sufrido alguna vez una tormenta en la montaña. Sin embargo, sí que hay que tomar una serie de precauciones. Haciéndolo no correremos ningún riesgo.