La importancia de la hidratación

Para completar una ruta de senderismo sin sustos, sea cual sea la longitud de ésta, no bastará con tener un buen estado físico. De nada valdrá que vayamos a correr o a andar habitualmente si, el día de la ruta, no tomamos una serie de medidas precisas. Hay distintos aspectos que debemos tener muy en cuenta: la ropa, la comida, los descansos, el calzado y, por supuesto, la hidratación.
La importancia de la hidratación en el senderismo y, en general, siempre que realizamos cualquier actividad física es mayúscula. Cuando nos ejercitamos perdemos líquidos y, como es lógico, nuestro cuerpo precisa recuperarlos. De no hacerlo, nos estaremos deshidratando y, en un momento dado, podemos llegar a sufrir un desmayo. Algo, por cierto, realmente desagradable.
Lo es si nos pasa en un gimnasio o en la calle, pero, en estos casos, hay personas alrededor que nos ayudarán. Sin embargo, si esto sucede en la montaña pasa de desagradable a altamente peligroso. Por ello, la hidratación es básica cuando hacemos senderismo.
¿Por qué es tan importante la hidratación?
El 80% de nuestro cuerpo es agua. Este porcentaje nos indica de manera meridianamente clara la importancia que tiene el agua para nuestra subsistencia. A través del sudor y de la transpiración perdemos gran cantidad de líquidos cuando realizamos una actividad física y estos deben ser repuestos.
En una ruta de senderismo debemos realizar descansos periódicos en los que, además de tomar aire, también tenemos que ingerir líquidos. Aunque no tengamos la sensación de sed, es obligatorio que bebamos cada cierto tiempo. Quizá no seamos conscientes del líquido que estamos perdiendo, pero es algo que, sin duda, está ocurriendo.
Incluso cuando estamos en reposo los médicos recomiendan beber entre uno y dos litros de agua al día. Si hacemos una actividad física, cualquiera que sea, esta cantidad crece sobremanera.
La importancia de la hidratación no compete solamente al momento en el que estemos en ruta, hay que mantener estable la cantidad de agua en nuestro cuerpo también con anterioridad y posterioridad.
No sólo el agua es un líquido hidratante, aunque sí el mejor. Otros productos como los zumos, sin azúcares añadidos, también son efectivos. En general, las bebidas destinadas a ingerir durante la actividad deportiva tienen un importante contenido en sodio, potasio y carbohidratos, elementos, todos ellos, básicos para una buena hidratación.