El quebrantahuesos, en el cielo del Pirineo

Se le suele ver surcando el cielo de los Pirineos. Su silueta con las alas extendidas es inconfundible. La envergadura puede llegar a los 2,8 metros y el peso a los 6 kilos. El adulto tiene la cabeza blanca con toques de negro que dan la sensación de estar pertrechado tras de un antifaz. Sí, es él, el quebrantahuesos.
Su elegante vuelo ha recorrido firmamentos en muchos puntos de la esfera terrestre, también en España. Sin embargo, desgraciadamente ha ido, poco a poco, desapareciendo, y en España sólo queda una población de, aproximadamente, 130 parejas. Todas ellos en el Pirineo. El quebrantahuesos forma parte del acervo patrimonial de estas grandes montañas. Se calcula que el 50% del número total de quebrantahuesos que hay en Europa, vuela en los Pirineos.
Características del quebrantahuesos
Es un ave rapaz carroñera, la única que se alimenta, única y exclusivamente, de huesos. Su nombre se debe a la curiosa forma que tiene de partir los huesos en trozos que pueda tragar con cierta facilidad. Se le considera una especie de buitre y, en 1758, cuando fue descubierto, se le clasificó como Vultur barbatus. Su gran tamaño lo convierte en el buitre más grande de los existentes en Europa.
Reconocerlo en el aire no es nada complicado. En primer lugar por su envergadura, no hay otra ave igual. Pero también por su larga y puntiaguda cola. El sonido de sus alas batiendo suele ser la señal que advierte su llegada.
La recuperación del quebrantahuesos
En los años de la mitad del siglo XX el quebrantahuesos poblaba varias montañas de la península. La maldad humana, en muchos casos, hizo que fueran desapareciendo víctimas de la caza. En los últimos años, la bondad le ganó terreno a la malicia y, gracias al excelente trabajo que está realizando la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos, esta ave única está volviendo a coger altura con su fuerza habitual.
Aun así sigue siendo una especie en peligro de extinción. Entre todos debemos conseguir que el quebrantahuesos siga pintando y adornando con sus monumentales alas el cielo del Pirineo. Estas aves son Pirineos, son Aragón. Si se pregunta a cualquier aragonés por un ave de la tierra, no lo dudarán: el gran quebrantahuesos.