Subir el Aneto con seguridad

El Aneto, con sus 3.404 metros, es el pico más alto de los Pirineos. Se encuentra en el valle de Benasque y forma parte del macizo de la Maladeta. Encuadrado dentro del precioso Parque Natural Posets-Maladeta, en la provincia de Huesca y la Comarca de La Ribargorza. El “techo del Pirineo”, sin ser una ascensión excesivamente complicada, precisa, sin duda alguna, de una buena condición física. Hay que estar conveniente preparados física y psicológicamente para subir el Aneto.
Como hemos dicho en infinidad de ocasiones, a la montaña hay que mostrarle un gran respeto en todos los casos. Cuando se trata de la cumbre más alta de una montaña como los Pirineos, con más razón aún. Habrá que tomar una serie de precauciones si no queremos tener un desgraciado disgusto.
Consejos para subir el Aneto
Subir hasta el refugio de Goriz en día anterior: en el día previo al que hayamos programado para acometer el ascenso definitivo debemos subir hasta el refugio de Goriz. Este se encuentra a 2.200 metros de altitud.
Madrugar: este consejo es aplicable siempre que vayamos a la montaña. Para tener seguridad de que llegaremos a la cumbre con tiempo suficiente para descender, es importante que nos levantemos muy pronto. A las 6:00 horas como muy tarde deberíamos estar ya en marcha.
Ropa: algunos elementos imprescindibles son las botas de trekking, chaqueta, pantalón y forro polar con tejido preparado para soportar bajas temperaturas; camiseta transpirable, calcetines, guantes y gorro.
El equipo: además de lo anterior, en nuestro equipo para subir al Aneto no pueden faltar los bastones, crampones, piolet, gafas de sol, protector solar, agua, comida, botiquín y brújula.
Planificación: no vale con llegar a Goriz el día anterior y después ponerse a subir. Habrá que hacer una planificación. Saber cuánto, aproximadamente, debemos tardar; conocer el camino y diferentes puntos de referencia para asegurarnos de que vamos bien.
Prudencia: importantísimo saber dónde pisamos en cada momento. No arriesgar en maniobras arriesgadas y, desde luego, darnos la vuelta si, por cualquier razón, el cielo comienza a oscurecer y no estamos seguros de que nos dé tiempo a volver.
Aunque, como ya hemos comentado, subir al Aneto no tiene una mayúscula complicación, son muchas las personas que cada año debe rescatar la Guardia Civil de Montaña. Tomemos las precauciones necesarias, y alguna más si cabe, para no engrosar esta lista.