Tesoros de la provincia de Huesca

La provincia de Huesca es montañas, ríos, cascadas, valles, sierras. Naturaleza en plena esencia. Verde, blanco, azul, una variedad cromática sencillamente espectacular. Si os gustan las actividades al aire libre. Si disfrutáis encontrando bellos parajes solitarios. Si para vosotros la naturaleza también es patrimonio. Es cultura. Todos tenéis una cita ineludible con la provincia de Huesca.
Son tantos los lugares atractivos en derredor de la capital oscense que elegir algunos es una ardua labor. Muchos se quedarán fuera del listado posterior. Todos no pueden entrar. Esto es un artículo, no una enciclopedia.
Lugares imprescindibles de la provincia de Huesca
Aneto: tranquilos, no os vamos a obligar a ascender el Aneto. Aunque si queréis, muchísima gente (quizá demasiada) lo hace cada año. No hace falta subir al pico más alto de los Pirineos (3.404 metros) para disfrutar de un paraje espectacular. En pleno Parque Natural de Posets Maladeta (Benasque) os recomendamos andar hasta el Foro d’Aigualluts, es una excursión fácil y para toda la familia que no tardaremos más de dos horas en hacer (ida y vuelta).
Mallos de Riglos: de Benasque nos vamos a Riglos, al noroeste de la capital oscense. Aquí también tenemos la opción de realizar una ruta de senderismo a la que dedicaremos, aproximadamente, 2 horas y 10 minutos. Salvo por algunas fases de ascenso, en general, se puede considerar una ruta fácil. Sin embargo, si no queremos optar por andar, solo llegar hasta allí y ver el precioso paisaje que forman los mallos ya merece la pena.
Estas formaciones geológicas, que llegan a alcanzar 275 metros de altura, conforman un paisaje mágico, casi lunático. La roja arenisca pinta todo el enclave y lo dota de un halo de fantasía que bien podría transportaros a alguna galaxia cercana.
Monasterio de Santa María de Sijena: no todo va a ser andar y hacer ejercicio. Tampoco es estrictamente necesario estar al aire libre para disfrutar de la provincia de Huesca. El Real Monasterio de Santa María de Sijena es un buen ejemplo. Se encuentra en la localidad de Villanueva de Sijena, en la Comarca de los Monegros.
Su fundación original data de 1188 y se llevó a cabo por orden de doña Sancha, cónyuge de Alfonso II de Aragón. Es de estilo cisterciense y en 1923 fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC).
Jaca: conocida por todos, sobre todo, como centro neurálgico en España para el deporte de invierno, la capital de la Comarca de la Jacetania es, sin duda, uno de los lugares más interesantes de la provincia de Huesca. Pero no solo por su escaparate níveo, también por su patrimonio cultural y arquitectónico. Por encima del resto destacan la Catedral de San Pedro de Jaca y la Ciudadela.